WOMANKIND: María María Acha-Kutscher

La obra de María María Acha-Kuscher (Lima, Perú, 1968) posee un ineludible componente feminista que funciona como eje central a lo largo de toda su trayectoria. Una de sus líneas principales de trabajo está compuesta por collages digitales creados a partir de un cúmulo indefinido de imágenes sin indexar, revistas ilustradas, libros antiguos, anuncios, carteles, álbumes o la web, además de otras tomadas por la propia artista. Su objetivo es formar un archivo ficticio, pero verosímil, que fabula de un modo particular sobre historias silenciadas de mujeres del pasado.

Entre otras, la exposición cuenta con la serie Womankind (2007-), proyecto artístico que da nombre a la misma exposición. El proyecto tal como se presenta aquí da continuidad a la exposición individual del mismo nombre que tuvo lugar en La Virreina Centre de la Imatge (Barcelona) en 2019. Éste se materializa en 2007 y llegaron a participar en él 

cerca de 300 personas entre asociaciones en lucha contra la violencia machista, asociaciones de vecinos, artistas mujeres y hombres… El resultado fueron cientos de fotografías de homenajes, impresas gracias a las Ayudas a la Creación de Matadero del Ayuntamiento de Madrid. Este proyecto de largo recorrido está ambientado en una franja temporal que abarca dos momentos importantes en la historia de las mujeres: el movimiento sufragista británico de principios de siglo XX y la introducción masiva de la pastilla anticonceptiva en los años sesenta, un periodo clave para la emancipación femenina que permite superar su rol pasivo de subyugación en el hogar y transforma, definitivamente, su relación con los hombres. Womankind es, a su vez, el proyecto que posiciona indudablemente a María María Acha-Kutscher como una artista feminista en un momento en el que no era tan habitual que otras artistas se definiesen como tal.

Otra de las obras que podrán verse en la exposición es La Rabbia di Proserpina (2022), políptico fotográfico compuesto de 12 imágenes de rostros femeninos extraídos de pinturas del Renacimiento y el Barroco, que representan pasajes de la biblia y de la mitología grecorromana, donde las mujeres son sorprendidas en actos violentos, padeciéndolos o ejecutándolos. En este caso, rostros de terror, miedo y furia se entremezclan en este políptico para convertirse en una pieza de lamento y rabia, la rabia como motor de cambio en el imaginario feminista.

El crecimiento y madurez de María María Acha-Kutscher como artista se ha desarrollado en paralelo a la confluencia de dos situaciones globales que hemos vivido en las últimas décadas, especialmente desde 2005. Por un lado los avances significativos del movimiento feminista generados por la cuarta ola; por otro, la consolidación de Internet, las redes sociales y el smartphone. Estas dos circunstancias trascendentales, una vinculada a la igualdad de la mujer y otra a la manera en la que nos relacionamos con las imágenes de hoy, determinan una nueva época donde es necesario revisar la construcción de nuestro imaginario colectivo para entender de dónde venimos y adónde vamos como sociedad.