María María Acha-Kutscher muestra en su obra una amplia reflexión sobre la condición femenina.
Si pudiésemos trazar un mapa mundial de los conflictos violentos y los sufrimientos inaceptables, seguramente podríamos ver que hay algunas regiones especialmente maltratadas. Analizando ese posible mapa de lo peor, veríamos que coincide a menudo con una serie de circunstancias económicas, sociales y culturales.
Hay más violencia donde hay tráfico de armas, de drogas y de personas (esclavas sexuales, refugiados), y también de materias primas con gran margen de beneficio. La violencia es mayor donde se admira más la fuerza física que la sabiduría y más la victoria que la cooperación, donde unos pocos acaparan privilegios y riquezas materiales y provocan la miseria de todos los demás, donde impera el autoritarismo militar, religioso y machista.
El mapa de lo peor es el mapa de los privilegios indignos. Y es cierto que lo peor tiene muchas causas, pero hay causas generales que engloban a otras. Si algún día desapareciera el machismo, creo que con él desaparecían la mitad de los problemas de este mundo.
La exposición Indignadas, que presenta María María Acha-Kutscher en ADN Galería (hasta el 28 de noviembre) ofrece una serie de dibujos que representan algunos de los momentos relevantes en las luchas feministas que se han producido en los últimos diez años. Acha-Kutscher (Lima, Perú, 1968) ha desarrollado en su obra una amplia reflexión sobre la condición femenina y sobre las construcciones culturales que, más allá de la realidad sexual, han modelado al gusto patriarcal lo que debe o no debe, supuestamente, ser considerado como femenino.
Sus fotografías –por ejemplo, Womankind. Saudade- son mejores que estos dibujos que, sin embargo, parecen necesarios desde una perspectiva sociológica. La artista representa en Indignadas unas imágenes que fueron fotos de prensa, y las dota de un aura más duradera. La chica del Slut Walk (La marcha de las putas), o esa mujer privada de libertad tras ser acusada de asesinar al hombre que la violó, aquí son ya iconos feministas y pop.