Con motivo de la presentación del vídeo-ensayo 'Paraules d'amor' en Barcelona, conversamos con Núria Güell sobre el proceso de creación de la obra, así como sobre su metodología de trabajo, que utiliza la «institución-arte» como medio para cuestionar estructuras de poder establecidas.
Núria Güell (Vidreres, 1981) es una artista cuya práctica artística se caracteriza por un análisis crítico y directo de las realidades sociales y políticas actuales. A través de su obra, Güell cuestiona las estructuras de poder, la moral hegemónica y los límites entre la legalidad y la legitimidad, utilizando el arte como una herramienta de acción directa. Con el objetivo de generar preguntas o, mejor dicho, «interrogaciones éticas», sus proyectos exponen cómo las leyes y las instituciones perpetúan desigualdades y abusos de poder. Con una estética que desafía al público e invita a la reflexión crítica, su obra no solo interpela, sino que también crea espacios para la participación y la transformación social.
Del 15 de noviembre al 15 de diciembre, Güell presentó su último videoensayo, Paraules d’amor [Palabras de amor], en el Centre d’Art Contemporani Fabra i Coats (Barcelona), en el marco del festival Loop Barcelona. El vídeo se basa en un recital de poemas de amor escritos y leídos por personas que afirman haber matado o haber puesto su vida en juego por amor, una acción escénica que tuvo lugar en abril de 2024 en el Teatre Nacional de Catalunya (Barcelona). A partir de la producción de esta acción, el videoensayo propone indagar en la relación entre las producciones culturales occidentales en torno a la pasión amorosa y las consecuencias que estas representaciones y discursos tienen sobre los cuerpos, tanto a nivel individual como institucional. En otras palabras, reflexiona sobre cómo se llega a matar por amor a una persona, a una ideología o a una doctrina, y cómo el «amor pasión» y el odio no son más que dos caras de una misma moneda.
El vídeo fue realizado gracias al Premio de Videocreación, otorgado por los Centros Territoriales del Sistema Público de Equipamientos de Artes Visuales de Cataluña, Santa Mónica, el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña y Loop Barcelona. Con motivo de su estreno en Barcelona, conversamos con Núria Güell sobre el proceso de creación de la obra, así como sobre su metodología de trabajo, que utiliza la «institución-arte» como medio, en un vínculo donde la práctica artística y la experiencia personal son inseparables.
CAROLINA CIUTI: En el vídeo que acompaña tu proyecto Servicios Exquisitos (2023), Miguel Ángel Sánchez, director de la galería ADN que te representa en Barcelona, afirma: «[Núria] es una artista que se implica en todos sus proyectos y que pone el cuerpo. A veces asumiendo riesgos, responsabilidades y consecuencias; otras veces de forma interpuesta, orquestando la situación; en no pocos casos, participando como cómplice y testimonio de la realidad social que está investigando». Tomando estas palabras como punto de partida, ¿qué significa para ti «implicarte» en un proyecto? ¿Cómo influye tu experiencia personal en el desarrollo de tu práctica artística?
NÚRIA GÜELL: Antes que nada, aclarar que dijese lo que dijese Miguel Ángel en el video para Servicios Exquisitos, hubiese funcionado igual [en este enlace, más información sobre el proyecto]. La idea era someterlo a la misma exposición a la que nos sometemos los artistas, que expusiese públicamente su lenguaje comercial, su forma de venderme. Llegué con la cámara a la galería y le dije: «Va, véndeme». Y grabamos lo que has visto y que es un elemento más de la obra.
Mi experiencia personal y mi práctica artística son indisociables. No sabría desde dónde crear si no fuera desde esta posición. Creo por necesidad vital, por lo que el concepto de «implicación» ya viene dado, no tengo que pensar en ello.
En lo que concierne a esta obra en concreto, digamos que yo le pedí a Miguel Ángel que se implicase, que aceptase formar parte de una de mis obras.
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