LA FRONTERA SUR DE EUROPA

a*Desk - Adonay Bermúdez

Recientemente, dentro de la exposición colectiva Núcleo Contemporáneo comisariada por Adriano Pedrosa para la 60ª edición de la Biennale di Venezia (2024), se pudo contemplar un tapiz bordado de grandes dimensiones realizado por Bouchra Khalili (Marruecos, 1975). En Sea-Drifts (2024) la artista franco-marroquí aborda una compleja investigación sobre las rutas migratorias, específicamente sobre las que unen el norte y oeste de África con las Islas Canarias. Khalili emplea el tapiz teñido con índigo natural como estrategia para recordar las rutas comerciales del siglo XVI y, de paso, subvertir y redefinir la función y concepción tradicional de mapa y, por tanto, las nociones también de territorio y frontera.

Bouchra Khalili, en un interés por visibilizar las experiencias de los africanos y africanas en una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo, sumerge al espectador en medio de una difusa frontera líquida que se interrumpe con una maraña de líneas blancas que conectan archipiélago y continente. Pese a que la artista omite cualquier otro elemento, la fuerza de ese azul índigo abofetea y seduce a partes iguales, provocando que el público se sienta partícipe de la misma. Ese tono de azul inunda también un gran lienzo titulado Poema del Atlántico. La noche (1918-1919) de Néstor de la Torre (Gran Canaria, España, 1887-1938), una obra y artista claves en la historia del arte de Canarias. Poema del Atlántico. La noche fue concebida como una exaltación de la naturaleza donde se explora el misterio, violencia y vastedad del océano bajo la luz de la luna. 

La composición nos descubre a dos desproporcionadas morenas de dientes afilados, como si de monstruos marinos se tratasen, que nacen y se (con)funden con el mar. Una escena sublime que se complementa con la figura de dos niños: uno de ellos, de rostro fantásmagórico, está a punto de ser devorado y el otro, cuyo semblante rezuma miedo y agotamiento, cabalga a lomos de una de las morenas intentando salvar su vida. Poema del Atlántico. La noche podría pasar desapercibido si no fuera porque el artista propone el binomio muerte-Atlántico y porque la figura que lucha por su vida cuenta con rasgos negroides, la primera presencia de la que se tiene constancia de un personaje racializado dentro de una pintura producida en Canarias. Pero seguramente esta disposición de los elementos no es casual, al fin y al cabo, Néstor de la Torre vivió durante años en París y no sería descabellado pensar que se tropezara con una pieza concluida precisamente un siglo antes y posteriormente adquirida por el Louvre: La balsa de la Medusa (1818-1819) de Théodore Géricault. Sin olvidar que la escena del francés tiene lugar en la costa de África Occidental, muy cerca de Canarias, ambas pinturas comparten el mar embravecido, los cuerpos flotando en el mar o una composición piramidal encabezada por personas racializadas.

 

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Febrero 11, 2025