04.04.2024 - 26.08.2024
En la obra de la artista guatemalteca Tierra (2013) actualmente expuesta en el MoMa PS1 en Nueva York “tierra” y “género” son ambos recursos abusables para las tecnologías de conquista.
Es difícil no ser hiperconsciente de dónde se encuentra uno cuando se enfrenta a la videoinstalación Tierra de Regina José Galindo. En ella, la artista se queda desnuda en un campo mientras una excavadora arrasa el terreno a su alrededor, dejándola finalmente en una isla de hierba rodeada por una trinchera de 2 metros de profundidad. En el momento de la actuación, el ex presidente de Guatemala, el general Efrain Rios Montt, estaba siendo juzgado por crímenes contra la humanidad que incluían violencia sexual genocida contra el pueblo Mayas Ixiles. Conocí por primera vez sobre Tierra en la exposición del Museo de Arte Contemporaneo de Puerto Rico’s (MAC) en 2021, llamada Convertido en Tierra Estéril: se unieron obras de artistas como Ana Mendieta y las Nietas de Nonó para prestar mucha atención a cómo, a lo largo de las historias de conquista e imperialismo, la tierra y las mujeres han sufrido de formas paralelas de explotación. Desde entonces, la mirada colonizadora formó como “tierra” y “género” para identificarlas como recursos abusables. La tierra se vuelve valiosa por su habilidad de reproducir recursos y las mujeres son como meras incubadoras de más sujetos coloniales; la tierra se feminiza y los cuerpos feminizados son tratados como tierra.
Desde la audiencia puertorriqueña en el MAC, esta relación entre tierra y género evocaba una historia familiar de “control de la población”, en la cual el gobierno de EEUU apuntaba a mujeres en edad fértil a someterse a la esterilización forzada para reforzar su control colonial sobre las islas, especialmente en los años sesenta y setenta. Ahora en el MoMa PS1, Tierra está en exhibición por primera vez que ingresó la colección del MoMa en 2020. El video se proyecta en una pared de dos pisos y el cuerpo desnudo de la artista se vuelve en un gigante ante los visitantes que circulan por la sala. Galindo es una figura pequeña, una realidad de proporción que ella usa a su favor en sus actuaciones. Cuando el Museo Guggenheim exhibió la obra en 2014, destacó el «fuerte contraste entre la enorme masa blindada de la máquina y el vulnerable cuerpo de la artista». En su ensayo para el catálogo de la exposición en Puerto Rico, Emilia Guiñones Otal describe cómo el cuerpo de Galindo “un cuerpo feminizado y (fuera de Guatemala) radicalizado” no solamente “problematiza el holocausto en Guatemala, sino que también cuestiona los ataques sexuales y reproductivos que se llevaron a cabo contra los pueblos indígenas de la región.” Cuando Galindo habló sobre Tierra en 2021, describió como "a mi alrededor no hay nada más que caos y robo pero me mantengo de pie, lista para luchar, lista para defender la tierra que me arraiga".
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