26.07.2024
No puede extrañar que Julio Anaya Cabanding haga de Picasso un interlocutor con el que dialogar y al que homenajear en su trabajo. Son varias las razones que nutren esa actitud. Más allá́ del origen compartido de ambos, evocado por Picasso mediante el Mediterráneo y la Antigüedad clásica –también en la escritura, con continuas referencias a su ciudad natal– y por Julio Anaya Cabanding, precisamente, a través de la cita al genio malagueño y a la escuela pictórica que se desarrolló́ en Málaga en el siglo XIX, el joven encuentra en el maestro un pintor de pintores, justo lo que él es: ambos son artistas que visitan, se apropian y reformulan la historia del arte y otros muchos registros culturales.
Este Guernica fue realizado por Julio Anaya Cabanding en 2023 para Wunderkammer, su exposición individual en Nanzuka Underground (Tokyo). En esa cámara de las maravillas, al modo del museo imaginario de André Malraux, lo popular y el museo, la historia del arte y su formulación ampliada y expandida como cultura visual, convivían en un ejercicio de desjerarquización y redimensión, un modus operandi que no podemos entender como ajeno al picassiano. Entre los numerosos registros que se acumulaban en aquella exposición, desde obras maestras a imágenes del cine, el imaginario popular o bienes de consumo convertidos en símbolos generacionales, este Guernica aparecía como monumental e incuestionable icono.
Guernica como símbolo, en toda su extensión, pero también como una suerte de brida que ata a Julio Anaya Cabanding a su origen, que evidencia su cartografía emocional.
Este Guernica responde a la poética que ha distinguido a Julio Anaya Cambanding en el escenario artístico internacional: 18 cartones recuperados –no podemos olvidar que Picasso introdujo los materiales desclasados y el objet trouvé– que han sido ensamblados para que, como material efímero y desechado, se constituyan no sólo en soporte para una obra de arte eterna, sino también que la imagen se haga objeto. Justo ahí, en esos puntos de fricción, radican algunas de las grandes contribuciones del joven artista malagueño. Tampoco puede ser desatendido el diálogo con Sueño y mentira de Franco, la estampa germinal para Guernica, en la que comienza a larvarse la futura y portentosa obra: aquellos motivos sobre el papel regresan al papel, como ahora regresa a Málaga, con toda la carga poética que puede tener este viaje, el Guernica que aquí pintara Julio Anaya Cabanding.