Action painting: Avelino Sala
El escudo antidisturbios es un objeto que pretende ser invisible. Está hecho de policarbonato transparente que no se ve pero permite a la persona que lo usa observar y monitorear a través de él.
Aparece solo como un dispositivo de defensa, pero en realidad es un instrumento de control contundente y de respuesta inmediata. Avelino Sala comenzó a utilizar escudos antidisturbios como soporte para intervenciones pictóricas en su serie Dame cobijo en 2016. Este título anticipa una fricción entre sentidos opuestos: el poder coercitivo del escudo y el concepto de protección.
Sala deja clara su intención de resaltar y modificar la semántica de los elementos intimidatorios dejando caer pintura sobre su superficie con la misma fuerza que lo haría un oponente, insurgente, rebelde, manifestante, que se sitúa en oposición directa al símbolo de poder impreso en el escudo. superficie. Estos escudos son puestos en evidencia por una acción artística a la vez poética y violenta. Esta acción profundiza en una investigación centrada en la ambigua contradicción entre protección y vigilancia, entre confianza y coacción, aspectos vigentes en las fuerzas de seguridad de cualquier estado. Hace unos meses, en septiembre del año pasado, intervenciones similares a estas realizadas dentro del reducido y (des)controlado espacio del estudio de Avelino Sala, tuvieron lugar en las calles de Barcelona a raíz de una acción impulsada por la organización Arran. La realidad volvió a utilizar una creación artística para intentar conseguir sus propósitos, en este caso, el colectivo independentista catalán utilizó el recurso ideado por Sala con el mismo fin del artista: hacer visibles los elementos imperceptibles de control y represión.
Fernando Gómez de la Cuesta