ProPaganDaDa: Kendell Geers
Kendell Geers presenta ProPaganDaDa, una serie de proyectos que cuestionan elementos como el lenguaje, el sistema del arte, la historia, la percepción y la espiritualidad. Las obras de arte también desafían los mecanismos lógicos y las estructuras fijas.
Kendell Geers presenta ProPaganDaDa, una serie de proyectos que cuestionan elementos como el lenguaje, el sistema del arte, la historia, la percepción y la espiritualidad. Las obras de arte también desafían los mecanismos lógicos y las estructuras fijas. El trabajo de Geers evita cualquier tipo de verbalización, incluso cuando el artista emplea elementos lingüísticos en sus piezas, o él mismo escribe. Muchos críticos han intentado describir su obra, a pesar de que es irreductible a explicaciones, críticas o exégesis. Escribir sobre la producción artística de Kendell Geers implica reconocer que el acto de escribir no es suficiente. En este caso, la escritura es simplemente una orientación incierta, incompleta; una prótesis paliativa.
Para abordar una exposición de Kendell Geers, hay que abandonar todas las armas verbales y aceptar un cuerpo a cuerpo con las obras de arte. Es decir, aceptar que el cuerpo experimenta y disputa con el intelecto la autoridad de la “comprensión del arte”. Durante mucho tiempo, las emociones, los sentimientos, la sensibilidad, etcétera, son estados que han manifestado la percepción del arte, pero Kendell Geers trasciende el repertorio común. Moviliza un espectro más amplio de afectos corporales: incertidumbre, desasosiego, angustia, miedo, terror, repulsión, aversión, fuerza, violencia… Pero también sus inseparables contrarios: satisfacción, alegría, risa, placer, éxtasis, atracción, deseo u orgasmo. El arte de Geers también explora diferentes caminos que tradicionalmente han sido clasificados como paranormales y han sido descartados por el enfoque occidental del arte. El pensamiento occidental se basa principalmente en la razón, lo que significa que la espiritualidad, el misticismo, la magia, el chamanismo, el delirio, la histeria y el trance suelen quedar al margen.