Y la tierra será el paraíso: Domènec
Y la tierra será el paraíso, título de esta exposición individual, es una estrofa de la versión en español más popular de L'Internationale, el himno de la clase obrera, adoptado por la mayoría de los grupos políticos socialistas, comunistas y anarquistas del mundo.
El fraseo resume a la perfección el carácter utópico de la modernidad, una época en la que la sociedad creía que todo lo bueno estaba al alcance de la mano y todo se podía lograr con esfuerzo. Domènec invierte esa afirmación para lanzar una sonrisa irónica comprobando la ingenuidad de quienes confiaron acríticamente las promesas de la modernidad ahora que hemos visto el desenlace desastroso.
La obra de Domènec parece revelar la cara oculta de la arquitectura Moderna, cuyos resultados eran contrarios a los objetivos que se promulgaban. Si la modernidad, con su característica tendencia a formular promesas de progreso, de un mañana mejor para todos, proyectando a través de la arquitectura un modelo universal de bienestar para la clase trabajadora, estas imágenes muestran el choque de esos ideales con la realidad: barrios donde habitan las clases sociales más pobres. se ven obligados a vivir en condiciones precarias, segregados de los centros sociales, culturales y económicos. La clase obrera, los inmigrantes provenientes en gran parte de las antiguas colonias y los grupos gitanos, dejan de ser tratados como individuos desde el momento en que se incorporaron a una especie de colmena, convirtiéndose en una masa, en la alteridad, temida e ignorada por el resto de la población con mejores condiciones. condiciones laborales y económicas.