Global Warming: Eugenio Merino
Desde ADN Galería queremos informarle que a partir del 18 de septiembre podrá disfrutar de una exposición individual única de Eugenio Merino. Será la primera en Barcelona, en la que el artista nos mostrará sus nuevos trabajos siguiendo en su línea de esculturas ácidas y una serie de dibujos irreverentes que no le van a dejar indiferente.
“Lo que yo hago tiene mucho que ver con la publicidad: que se entienda a la primera y lleve un juego, como hacer entender una cosa a través de otra. El engaño rápido.” Eugenio Merino nació en 1975 en Madrid. Se licenció en Bellas Artes en la universidad complutense de Madrid. La base conceptual de su trabajo se centra en sus personajes de ficción favoritos procedentes del cine, la televisión y en internet. Entre ellos se encuentran los superhéroes, seres relacionados con el entretenimiento, dibujos animados... y con todos ellos empezó a articular su modus operandi. A fin de encontrar un diálogo con el espectador, se fue introduciendo en la actualidad, se centra en personajes mediáticos; políticos, famosos, personajes religiosos... Todos ellos le han servido como punto de partida para iniciar su filosofía de trabajo, el humor ácido.
En términos de técnica ha tenido una evolución muy productiva; empezó a trabajar los dibujos al óleo sobre papel y ahora trabaja estas composiciones a tintas planas juntamente con proyectos de mayor envergadura como son las esculturas. Hace tres años empezó a trabajar la escultura a modo realista, que le dió la oportunidad de realizar obra a través de moldes con materiales como las resinas, silicona... entre otros. En los últimos años se está convirtiendo en un auténtico icono del arte contemporáneo si tenemos en cuenta sus esculturas y dibujos que no dejan indiferente a nadie. Sus trabajos reflejan problemas reales de nuestra sociedad; guerra, contaminación, problemas entre países desarrollados con subdesarrollados, religión, política, problemáticas sociales... y todo lo que haga referencia a la actualidad. Su estrategia es desenmascarar realidades, invitar al espectador a reflexionar con su postura ante temas que nos preocupan, como si de corrosivos de consciencia se trataran. Merino nos estimula para que veamos lo irónico en la tragedia, o lo que es más amargo en un contexto satírico. Merino aclara que su trabajo no es una declaración crítica explícita, se trata de la utilización de la mofa y el chiste como una herramienta discursiva que connota un elevado potencial crítico, todo ello para abordar los acontecimientos de la actualidad mundial. Su premisa básica es la de entretener al público y hacerle reflexionar con un toque de humor.