Air de...: Pep Vidal

Cuando Duchamp hizo su famoso Air de Paris en 1919, no vivía en un mundo globalizado. El año pasado Pep Vidal compró un objeto online, que venía de Gran Bretaña cubierto con pequeñas almohadas de aire para amortiguar posibles golpes durante el transporte, y se preguntó de donde vendía aquel aire. ¿Era realmente aire británico? Y si no era así: ¿de donde provenía aquel aire? ¿Tenía alguna manera de saber realmente de donde venía?

Estas preguntas sin respuesta son el inicio conceptual del proyecto que nace 102 años después del aire de París, en un mundo totalmente globalizado, ahora sí, donde además, la calidad del aire que respiramos se cuestiona (o se debería cuestionar) más que nunca.

En Air de... el artista profundiza en las cualidades físicas y conceptuales del aire, especialmente a partir del plástico de burbuja. A todos nos encanta explotar las burbujas del plástico de burbuja, ese sonido pequeño e intenso, y la fuerza que hacen nuestros dedos hasta que finalmente la burbuja revienta. ¡Pam!

Pero ¿qué hay detrás, o mejor dicho dentro, de este plástico de burbuja?

Para enfrentar estas preguntas el artista ha trabajado con diferentes líneas de investigación, como la de usar el aire de embalaje para hablar de la globalidad del mundo en que vivimos, o para lamentar/reivindicar la calidad del aire que respiramos, así como estudiar la propia fisicidad volumétrica del plástico de burbuja y el aire que contiene, y finalmente, reflexionar a partir de la pregunta: ¿es que el aire no es de todos y de nadie al mismo tiempo?

Para la exposición Vidal ha coleccionado un gran número de muestras de plástico de burbuja de diferentes países, recogidos en diversos lugares donde se los ha ido encontrando. Una recolecta a partir de los lugares que ha visitado, pero también de las tiendas y personas que le rodean. Más adelante, los ha clasificado e introducido en urnas de metacrilato.

También se muestran dos piezas hechas con rollos de plástico de burbuja, midiendo el volumen confinado de aire que dentro de las burbujas, y dos casos de estudio en los que se ha medido con precisión la cantidad de aire que hay dentro de una gema de ámbar de hace más de 100 millones de años, y de un jarrón hecho en París en los años 20 del siglo pasado, para evocar, a través de su propio aire, la célebre obra de Duchamp.

Finalmente, hay dos piezas más transversales en todos los sentidos: És fàcil passar una frontera (si ets un núvol) es un vídeo de doble proyección donde se ve (tanto desde la frontera francesa como desde la catalana), una nube que está atravesando esta frontera solo siguiendo las leyes de la termodinámica; así como La llum que no s'apaga, donde el artista muestra, a través de una placa solar y una luz, los fotones que han salido del Sol y finalmente han llegado, tras atravesar miles de kilómetros, al tejado de la galería, transformados en electrones y, así mismo, en luz.