Algunas consideraciones sobre arte, política y sociedad.

Pablo España
Mayo 31, 2024
DEMOCRACIA, "Silence (Houses of the Parliament, London)", 2020
DEMOCRACIA, "Silence (Houses of the Parliament, London)", 2020

Algunas consideraciones sobre arte, política y sociedad.

Este es un tipo de texto que hace unos años (antes de la pandemia, ¿os acordáis?) habría escrito con pulso firme y fanatismo de manifiesto vanguardista, dejándome llevar por el maniqueísmo del que muchas veces nos han acusado. Jaime Cuenca vino a decir que de Democracia era mucho mejor ver las obras que oír a los autores, pues reducíamos el nivel de interpretación por nuestra cerrada lectura política. No se lo discuto. Pero ahora, la verdad, es que no veo muchas certezas por ningún lado, y abordar una reflexión sobre el arte político, solo lo puedo hacer a través de algunas consideraciones inconexas, pero que para mi aún pueden mantener algún sentido, quizás a alguien más le resuenen.

 

1. A mi lo que me gusta es pintar flores.

Los componentes del colectivo Irwin sostenían que a ellos lo que les gustaría es pintar flores y no hacer “arte político”, y que se dedicarían a eso una vez que estuviera resuelta la cuestión nacional eslovena, quizás apuntando a algo tan irresoluble que tristemente les impediría pintar bodegones de flores de por vida.

 

2. Arte de etiqueta.

Hemos utilizado el término "arte político" por cuestiones puramente prácticas, para situarnos rápidamente en un ámbito, pero en realidad nada se puede identificar con claridad bajo esta etiqueta. En un tiempo en el que todo se estetiza, la política se estetiza en el espectáculo y esta categoría llevada a su mayor grado de generalización pierde cualquier especificidad. Cuando todo es político, ya nada es político. (Todo es maliciosamente transparente).

 

3. Vallecas.

En 2015 se llevan a cabo las Jornadas contra Franco en Vallecas, una exposición que por su contenido conectaba con la sensibilidad política del barrio. Los propios vecinos terminarán transformándola en un acto antifascista popular. Son ellos quienes le dan la verdadera dimensión política.

 

4. La estética del 15 M y las pasiones tristes.

En la ocupación de las plazas algunos creyeron ver la cristalización de cierta utopía de raíz vanguardista que se constituía en una suerte de obra de arte total. Al rato, los elegidos por sus competencias se juntaron en plataformas y partidos, buscando romper los techos de cristal del activismo y empezó el dominio de las pasiones tristes, las de la impotencia de no poder cambiar nada, las de la afirmación del realismo capitalista, la continuidad de las jerarquías, la creación de una nueva oligarquía y la instrumentalización del arte a través de su obligatorio “retorno social”.

 

5. El columnista de extrema derecha y diputado de Vox.

Escribió elogiando una performance de quién creías que era tu aliado. Las alianzas se derrumban, se mudan, se cambian, se olvidan. Se reniega de ellas.

 

6. El artista punk.

El artista punk tiene una creencia: en este mundo podrido en el que estamos abocados a una derrota sin final, todavía puedo hacer un buen dinero cagándome en él. El clásico Cash from Chaos del manager que deja sin cobrar a todos los demás. Sin embargo, el secreto del punk, decía Johnny Rotten, es que no debe de haber diferencia entre la audiencia y los músicos.

 

7. Una joven artista gitana se ríe.

Se ríe de lo que ella considera la industria pedante del flamenco, que lo vacía de contenido, de su función social. Ella dice que no han entendido nada, porque no tienen sentimientos colectivos, solo ego.

 

8. El Museo busca fotos en el archivo anarquista para su nueva colección.

Están interesados en una fotógrafa anarquista, Margaret de Michaelis, pero no en esa serie que para ellos estetiza la miseria. Los archiveros se miran entre sí, esas fotos fueron encargadas específicamente por el sindicato para reflejar la pobreza de la clase obrera que, al parecer, ahora no es de buen gusto exhibir. La mirada autorizada contemporánea convierte en porno-miseria lo que una vez fue una herramienta de reivindicación básica.

 

9. En nuestro Instagram.

Anunciamos una exposición solidaria con el pueblo de Palestina organizada por Espacio Tangente. Se busca generar recursos con los que ayudar y como mínimo expresar una oposición ante la limpieza étnica que se lleva a cabo delante nuestro, retransmitida en tiempo real. Falta tiempo para que un artista vaya a los comentarios y nos recrimine que no se incluya expresamente, entre las intenciones del evento, liberar a los palestinos de la ocupación de Hamás. Respondemos que para decir eso ya está todo el aparato mediático y político occidental 24/7. “Y los artistas también”, nos replica. Deprimente misión la de los artistas si lo que tienen que hacer es volver a reforzar el pensamiento hegemónico distribuido desde los centros de poder colonial.

 

10. Ian Alan Paul en X.

–“La celebrity nació en el mundo de Marx y la Coca-Cola, mientras que el influencer creció en el mundo del vaping y Guy Debord”.

–No sé si estoy de acuerdo (para mí, ahora mismo, los tiempos son más baudrillardianos que debordianos), pero el aforismo es bonito.

–“Sigo siendo algo ambivalente acerca del trabajo de Baudrillard. La crítica siempre suena cierta, pero al final nunca parece quedar ninguna posibilidad radical”

–Precisamente por eso creo que estos tiempos son más baudrillardianos.

 

11. “La mejor lucha es la que se hace sin esperanza”.

Creamos ese eslogan para una intervención pública en Barcelona, que era un homenaje al maquis Quico Sabaté. Erróneamente se ha empezado a atribuir al propio Sabaté en ciertos textos críticos y ensayos. No nos consta que lo dijera, pero lo podría haber dicho perfectamente.

 

12. “Dime donde militas y te diré que arte político haces”.

Este axioma, que se lo oí a Xose Quiroga, lo desbroza todo. Aplíquenlo y sabremos entonces de que hablamos.