ADN Blog -como todo el proyecto ADN- pone el acento en las relaciones que se establecen entre arte, política y sociedad.
Pues bien, de entre todas las posibilidades que abre este marco temático, no sé decir por qué pero decidí centrarme en los esfuerzos que se ve obligado a hacer todo artista interesado en tratar temas políticos y sociales para evitar ser identificado con la figura del free rider (aquel que se aprovecha de aquello que se ha producido de forma comunitaria). Creo que se debe al error de confundir lo moral con lo político, como se observa en el hecho de que el propio free rider se exponga a la reprobación moral y no a la penal. Así también, coqueteando con el conflicto moral, decidí usar como método de redacción lo más deleznable de la producción académica: el corta y pega de Wikipedia.
Aunque free rider me remite, sonoramente, de alguna manera, a Easy Rider -la película- y al tema de su banda sonora Born to be wild, constato que en su traducción al castellano pierde esa proyección mítica puesto que pasa a llamarse el problema del polizón, también conocido, de forma más cruel y merecida, como el consumidor parásito. El free rider, en todo caso, es alguien que obtiene bienes o servicios de forma legal pero sin pagarlos.
En Wikipedia se relaciona free rider con TANSTAAFL, que es una sigla del adagio en inglés "There Ain't No Such Thing As A Free Lunch" y que traducido casi literalmente al castellano significa "No hay nada como un almuerzo gratis". Estas siglas y la frase que contiene son de origen incierto, aunque se conviene que fue popularizada por el escritor de ciencia ficción Robert A. Heinlein en su novela de 1966 The Moon Is a Harsh Mistress (traducida como La Luna es una cruel amante), donde TANSTAAFL aparece como lema del escudo de la República Anarquista de la Luna.
Cabe reseñar que TANSTAAFL es un recurso retórico que usan frecuentemente en sus escritos los economistas alineados con el libertarismo. Estos, que defienden la propiedad y los mercados libres como las bases más sólidas para garantizar la libertad individual, también se oponen a toda política destinada a cubrir las necesidades sociales de forma solidaria porque creen que facilitarían la constitución de una masa de población ociosa que viviría a costa de los demás. Aceptando, en todo caso, cubrir aquellas necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (supervivencia).
Puede parecer una confusión unir una República anarquista con el libertarismo; pero hay que tener en consideración que Robert A. Heinlein fue también uno de los abanderados del individualismo anarcocapitalista (también conocido como anarquismo de libre mercado, anarquismo de mercado y anarquismo de propiedad privada). Una filosofía política que se encuentra en la órbita del libertarismo clásico y que aboga por la eliminación del Estado a favor de la soberanía individual (también propiedad de uno mismo).
Esta exacerbación del individualismo está en línea con las ideas que defiende Henry David Thoreau en La desobediencia civil -que es el título de una conferencia publicada en 1849. En ese escrito Thoreau explica los principios básicos de la desobediencia civil. Aquellos que él mismo puso en práctica en el verano de 1846 cuando se negó a pagar sus impuestos y acabó detenido y encerrado en la prisión de Concord durante un día. El recaudador de impuestos había ido a la cabaña en la que Thoreau estaba viviendo en Walden. A modo de experimento de dos años, Thoreau se había mudado allí el 4 de julio de 1845 para llevar una vida sencilla en una una casita que había construido en tierra propiedad de Ralph Waldo Emerson, en un bosque de repoblación alrededor de las costas de Walden Pond.
La casa estaba en "un bonito prado y bosque" de 14 acres (57,000 m²) que Emerson había comprado, a 2,4 km de su casa familiar. El terreno ocupaba justo en el lugar en el que Emerson hubiera querido establecer su proyecto Fruitlands; una comunidad utópica basada en ideales propios del Trascendentalismo. Para los trascendentalistas el alma de cada individuo es idéntica al alma del mundo y contiene lo que el mundo contiene. Así, trabajaron en Fruitlands con la sensación de que el advenimiento de una nueva era estaba al alcance de la mano y que esta se manejaría sobre la base de un esfuerzo común, sin animales de labranza y sus miembros no comerían carne ni usarían lana. A pesar de los nobles objetivos, Emerson desistió de su propósito pues se encontró con que "terminan siempre pidiendo plata y tierra".
PD: La réplica de la cabaña de Walden, la que sirvió de inspiración a Unabomber, es hoy una atracción turística y si usted quiere una, la compañía Pine Street Carpenters la tiene en catálogo.
Easy Rider
Antonio Ortega
Marzo 31, 2021